Pieles Sensibles
La piel sensible se caracteriza por ser frágil, con tendencia a enrojecer y a sufrir irritaciones, y como consecuencia desarrolla una mayor reactividad.
Las personas con piel sensible son más propensos a desarrollar cuperosis: una alteración de los capilares arteriales y venosos. La debilidad de la pared vascular y el daño en el tejido conectivo y las fibras elásticas, puede producir una vasodilatación persistente, apareciendo rojeces.